martes, 15 de abril de 2008

Claudia

Claudia sale de su recamara con ropa deportiva holgada, ata su cabello en una cola mal hecha, que deja caer cabellos en su cara pero eso no le molesta, tiene una ligera sonrisa en su rostro, es domingo, no hay trabajo, sabe que hoy todo estará bien. Coge el teléfono inalámbrico de la repisa cerca de la cocina y lo deja sobre el sillón en la sala, extiende una cobija entre los muebles y enciende la televisión, va hacia la cocina a servirse un vaso con agua, timbra el teléfono y Claudia corre de regreso a la sala a contestar. Claudia contesta entusiasmada, es su hermana mayor Rosa, que solo llamó para confirmar la asistencia de Claudia la fiesta de cumpleaños de la pequeña Dora el siguiente sábado, Claudia le dice que cuente con ella, su sonrisa poco a poco se desvanece, Rosa le pregunta si sólo un boleto como siempre, Claudia responde que si, solo uno como siempre, Rosa se despide y le pide que por favor vaya bien vestida, ya que irán amigos del trabajo de su marido y tal vez ésta sea la oportunidad que Claudia había esperado, Claudia le dice que no se preocupe, que irá lo mejor posible, Rosa se despide y le dice que platicaría un rato más pero que había quedado de ir a desayunar con su otra hermana Esther, Claudia le responde que no hay problema, que ya el sábado hablaran, cuelga el teléfono y lo arroja al sillón de nuevo.

Va a la cocina de nuevo, se sirve agua en una taza con el retrato de la Mona Lisa pegado en ella, toma una zanahoria y la come mientras se dirige a la sala de nuevo.

Pone la zanahoria y la taza en la mesita al lado del sillón, justo al lado del retrato familiar, en donde se puede apreciar sonriendo a sus padres al centro de la fotografía con sus dos hijo varones uno de cada lado y sus dos hijas a las orillas completando la forma de media luna, al final a la derecha esta Claudia, la única sin expresión alguna en el rostro, solo mirando a la fijamente a la cámara. se recuesta en la cobija y se dispone a hacer abdominales cuando timbra de nuevo el teléfono, una chispa hace que sus ojos se iluminen y le regresa la sonrisa, se apresura a tomarlo y contestar, es su hermano Raúl; el mayor de todos, le llama para preguntarle por Rosa, le dice que le ha llamado para pedirle boletos extra para sus acompañantes y no la ha encontrado, Claudia responde que habló con ella hace un instante, que iba de salida a encontrarse con Esther para desayunar, la sonrisa se desvanece de nuevo, Raúl le pide que por favor la llame y le diga que necesita tres boletos más para sus amigos, que no olvide, Claudia le dice que no se preocupe que ella la llama, Raúl le agradece y cuelga. Claudia deja el telé fono en el suelo junto a su mochila negra grande en la carga libros nuevos que compra en la librería del centro a la que va después del trabajo a perder su tiempo, compra libros que le parecen interesantes, sin embargo nunca los lee.

Comienza a hacer abdominales pero comienza el maratón de su programa favorito, esto la pone feliz, ¡como es que lo había olvidado!, dobla la cobija y toma asiento, espera un corte comercial para levantarse e ir a la cocina, abre el refrigerador, saca un gran pastel de chocolate que tiene escrito Feliz Cumpleaños Claudia con betún color rosa, corta un pedazo, lo pone en un plato y se sienta de nuevo en el sillón de sala, sube el volumen de la televisión, come un poco de pastel, una lágrima cae por su mejilla.

Irving González Domínguez.

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