viernes, 7 de septiembre de 2018

Cruising

Pretenderé olvidar
Tu rostro en la neblina
Era neblina? O salitre?
Un velo de brisa blanca,
fantasmagórica
que cuando se ilumina con la luz de los autos
Parece que todo se detiene
Como en pausa
Como en set de grabación
Pero tú y yo no estamos en una película
Ni las olas que se azotan contras las rocas y nos mojan las espaldas
Y las piernas
Que enlazadas significaban algo
No sé si importante,

pero algo.
El filo de las rocas en mis rodillas ,
El sudor en tu cuello,
la sangre en mis jeans,
Empapados los tobillos siento frío,
Mis manos que te apresan y tus hombros que se escapan,
Y mis labios
que tiemblan
y mis pies que indagan
y que encuentran el camino a ciegas
Y trepan y te siguen
Que a tientas buscan la arena,
que te buscan
Y metros adelante tu nuca,
perdida en la oscuridad hasta que pasa un coche y te ilumina
Y se detiene de nuevo el tiempo,
Y por segundos se reajusta la escena y giras tu cabeza un poco
y me miras
Y parece que significa algo,
quiero que signifique algo, pero no puedo estar seguro,
Y sigues caminando
y cada segundo caminas más a prisa
Hasta que te haces uno
Con la oscuridad.

Hvgo

Susurro versos en botellas de vino por si alguna termina en el mar y no se atora en el sargazo con las otras quinientas toneladas de basura y de mensajes y que las corrientes del sur combinadas con el viento del norte aunadas por la suerte adquirida por reliquias y omens provoquen la casualidad que una de éstas cruce el océano Atlántico y en una tarde de invierno, en que te sientas solo y vacío contemples la puesta del sol desde una playa gris y fría y te invadan los recuerdos de tardes cálidas en México y de aquél amanecer de resaca y lágrimas en el aeropuerto y que el vino tinto te caliente las tripas y suspires profundo y vislumbres a pesar del humo de tabaco que entre la espuma y la arena una botella de vidrio con un mensaje invisible está llegando para ti. Y la destapes con cautela y la acerques a tu oído derecho que escucha mejor que el izquierdo y cierres los ojos poniendo atención a cada palabra que susurran mis labios deseando tus labios y sonrías tiernamente como; si mi mente no me juega trucos, sonreías la mañana en que juntos admiramos las nubes y escaleras de muro que llevaban al cielo en aquella azotea del centro en el after party en la que hablamos de vidas pasadas y futuras en las que ambos estamos pero solo en recuerdos y en poemas pretenciosos sin dedicatorias ni firmas y te acomodes el gorro y líes otro cigarrillo y te lo fumes caminando de vuelta a tu vida en presente y futuro sin mí.